miércoles, 30 de diciembre de 2015

Charlie

Dicen que las cosas no siempre son como parecen a simple vista y Charlie no es una excepción en este sentido. No es que se disfrace ni intente disimular nada. Es, simplemente, que Charlie encierra mucho más de lo que deja ver.

Charlie parece un niño chico. Su cuerpo es pequeño, su pelo desordenado y su voz calmada. También tiene unos preciosos ojos enormes, oscuros como el refrescante agua de una laguna en medio de una montaña, de esas que encuentras una calurosa mañana de Agosto y en las que sientes un impulso irrefrenable de zambullirte. Los tiene siempre bien abiertos (como su alma, que está siempre abierta a los demás) para que si quieres te sumerjas y disfrutes de su grandeza interior. Nada más asomarte a ellos percibes que el tamaño de su cuerpo es sólo la entrada a una enorme cueva de las maravillas, que su tamaño es inversamente proporcional a su nobleza interior; que el desorden de su pelo y la calma de su voz se contraponen al orden que reina en sus ideas y la pasión con que las defiende. Pequeño pero gran luchador, pelea siempre por lo que cree. Gran corazón, grandes causas, pequeñas batallas.

Charlie es... ¿cómo explicarlo? Charlie es arena en la playa, eso es... Es arena mojada. ¿Alguna vez has intentado coger arena del fondo del mar en una mano? Es imposible atraparla, retenerla en tu mano, moldearla ni convencerla de que se quede en un lugar al que no pertenece. Es salvaje, tiene su propia naturaleza y no le importa omitir lo que tú, yo o cualquier hijo de vecino haga si eso va en contra de sus principios. Es de naturaleza educada y agradable, observa con atención los caminos que siguen las personas que le rodean... y los ignora por completo. Siempre ha seguido su propio camino, no por rebeldía o narcisismo sino porque sus pies descalzos le guian, sigue el camino que tiene que seguir. Su instinto, que no la tradición de los demás, es quien le guía. De vez en cuando alza la vista al cielo y consulta a las estrellas, porque Charlie es soñador a pesar de ser también adulto. Es tímido, pero al mismo tiempo descarado, al menos lo suficientemente descarado como para atreverse a soñar, a pesar de los muchos gilipollas envidiosos que dicen que soñar es de ilusos. Una de esas personas que solo te encuentras de vez en cuando. Charlie siempre tiene una sonrisa que regalar, lo más valioso de las personas. Siempre he creído que los ojos de un soñador brillan de manera especial y que lucen las sonrisas más bonitas y sinceras de todos los humanos.

Charlie vive en calma, incluso cuando algo le pone nervioso o de mal humor apenas lo notas. Parece que su corazón, lejos de galopar desbocado, baile con la tranquilidad. Pero las cosas no siempre son lo que parecen. Séra porque su corazón es enorme y no hay suficiente sitio para que ambos bailen tranquilamente dentro de su pecho; será que tiene su propio ritmo en la vida y que la música tampoco es suficiente para doblegar a esta fiera; será que el tiempo no es algo inexorable para él, que es capaz de arrancar minutos de su trayectoria y lanzártelos si es preciso... será que Charlie es un misterioso tesoro que tienes que descubrir poco a poco, pero aunque en su interior esté temblando de inseguridad, jamás verás que su sonrisa, sus manos o su mirada vacilen en su cometido de transmitir calma, armonía y bienestar. Una vez, alguien muy sabio me dijo, literalmente: "si transmites buen rollo, el buen rollo te rodeará y obtendrás de vuelta lo que siembras. Así que sonríe siempre y regala alegría, te conviene". Charlie parece ser practicante de este modo de vida.

Charlie es generoso, atractivo, comedido, risueño. Es abrazable. Su carácter es fuerte, irreverente, curioso. Inteligente, sincero, directo, emocional.

En definitiva, Charlie es uno de esos entes de inefable naturaleza. Tanto es así, que a pesar del empeño que ponga un escribiente como el que firma estas líneas, siempre quedará desarmado de palabras, dejando en el tintero muchos más matices de los que haya sido capaz de redactar. Solo deseo que algún día tengáis el privilegio de compartir cualquier estación del planeta con Charlie y que el característico ritmo que tiene al caminar os confirme de manera inequívoca que acabáis de cruzaros con él.


1 comentario:

  1. Inspira seguir, a seguir soñando, a seguir luchando, a seguir sonriendo, a seguir VIVIENDO, así en mayúsculas que es lo que se merece la vida!☺

    ResponderEliminar

¡La interacción mola! Dime qué te ha parecido esta entrada.