"Hemos
pasado muy buenos momentos juntos. Hemos reído, llorado, sentido cosas
que nadie más comprendería, sé que has compartido conmigo sentimientos
en exclusiva que ningún otro ser conoce, te he dado lo mejor de mi y, a
cambio, he visto un par de veces lo que puedes alcanzar con tu
potencial. Como cualquier ser humano, eres único. Pero esto se
terminó, me voy. No soy yo, eres tú. He intentado comunicarme contigo en
más de una ocasión, pero te has empeñado en negarme la entrada a tu
cabeza, en esquivarme con evasivas. No quiero puedo quiero tratar con alguien que sé que no eres, no me apetece conformarme con el 10%
de lo que un día me diste. Si alguna vez decides volver a ser
auténtico, si vuelves a dar esquinazo a tus miedos y te apetece
compartir un buen café conmigo... no me busques, sabré encontrarte.
Adiós."
Y la muy hija de puta desapareció. Pensé que podría engañarla, que la convencería para venir a mi cama cuando a mi me apeteciese y maltratarla a mi antojo hasta obtener lo que necesitase de ella. Pero no, ella es dueña de sus compañías y, desde luego, no se deja engañar por nadie. Sólo puedo decirte una cosa Inspiración: "me encantó bailar contigo".