miércoles, 2 de septiembre de 2015

(no tengo) Nada que escribir

No tengo nada que escribir y por ello no escribiré nada. En serio, no tengo nada interesante que contar. No estoy intentando parecer interesante ni es un truco ni artimaña para ocultar ningún mensaje. Nada que escribir. No hay nada en mis manos que merezca ser contado. No tengo nada que escribir. Nada que escribir por ahora. Este texto no debería de existir porque no tengo nada que escribir. Nada. No dispongo de ocurrencias que relatar. No hay duende que convierta en texto lo cotidiano. No tengo nada que escribir. Esta mañana me levanté y no había ideas fluyendo de mi cabeza, no había ascuas que me quemasen, ninguna necesidad de materializar ningún pensamiento. Simplemente no tengo nada que escribir. Créeme cuando te digo que estás desperdiciando un valioso tiempo al leer esto porque estoy siendo sincero, no hay nada que contar, nada que escribir. No es que no haya nada que escribir, pero yo no tengo nada que escribir. Lo he dicho antes, no tengo ideas buenas que contarte ni tampoco la inspiración para contar ideas malas de forma atractiva. Es simplemente... que no tengo nada que escribir. ¿Por qué he puesto entre paréntesis el comienzo del título? Pues porque... me parecía que quedaba mejor. Creo que ofrece cierta variedad en cuanto al significado: por un lado deja claro que no tengo nada que escribir y por otro lado puedes quedarte con el más genérico titular de "Nada que escribir", que suena como más periodístico... Pero la realidad es que no tengo nada que escribir, de verdad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡La interacción mola! Dime qué te ha parecido esta entrada.