jueves, 21 de noviembre de 2013

Tutorías

El chico entró en el despacho del profesor con la timidez que le proporcionaban su edad y las pocas interacciones previas con su profesor. Con las manos temblorosas sacó de su cartera las hojas de papel en las que tenia los apuntes y los ejercicios para preguntarle sus dudas.

El profesor le dedicó una mirada amable y elogió sus buenos apuntes. Pacientemente, esperó a que el chico buscase la hoja con el ejercicio que le propinaba dudas y cuando éste la encontró dejó caer un comentario gracioso para poder mostrar su sonrisa una vez más. Al intentar buscar el enunciado del ejercicio en su ordenador, el profesor se percató de un problema:
- Oh vaya, el internet de nuevo. Estamos teniendo algunos problemas últimamente. Pero no suele ser así, ¿me disculpas un momento?

El profesor terminó la pregunta ya en pie y junto a la ventana. El chico, asintiendo de manera mímica, vio cómo su profesor apenas esperaba su respuesta para abrir la ventana, salir al alfeizar nevado y trepar hábilmente por una tubería hasta el tejado. Una vez llegó, los incrédulos ojos del muchacho, que no podían estar más abiertos, observaron cómo su profesor cogía carrerilla y saltaba al tejado de enfrente salvando los 3 metros que separaban ambos edificios, abría de una patada un enorme armario metálico junto a unas antenas, trasteaba un momento con unos cables y recorría sus pasos de manera inversa hasta llegar de nuevo al despacho. Al entrar por la ventana, se sacudió con toda naturalidad unos copos de nieve que tenía sobre su fino jersey de punto y dijo:
- ¿Por dónde íbamos Paul? Ah si, el ejercicio 2.a. Verás, es tan sencillo como derivar la función y...


[Después de aquel día, el chico jamás volvió a mirar a su profesor con los mismos ojos. Si antes lo veía como a un ser intelectualmente superior, ahora era todo un superhéroe. Cuando contó esta historia a sus compañeros de clase, éstos no le creyeron. Pero nunca llegaron a corroborar ni desmentir nada, pues Paul fue el único chico que fue a tutorías aquel curso...]



Moraleja: utiliza las tutorías en la universidad, te sorprenderás.

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