Un hombre sentado en una silla de su salón, con los ojos cerrados parece meditar profusamente sobre algo. Frunce el ceño apretando los párpados, se lleva la mano a su frente y, de repente, abre fuertemente los ojos, se levanta y CORRE por el pasillo hasta su habitación. Sobre la cómoda tiene una caja de madera, un marco con una foto, su tabaco de liar con el mechero y algunas monedas. Apila cuidadosamente las monedas ordenándolas de mayor a menor tamaño y camina tranquilamente hasta la cocina para preparar café...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡La interacción mola! Dime qué te ha parecido esta entrada.