miércoles, 15 de enero de 2014

Prisa

Un hombre sentado en una silla de su salón, con los ojos cerrados parece meditar profusamente sobre algo. Frunce el ceño apretando los párpados, se lleva la mano a su frente y, de repente, abre fuertemente los ojos, se levanta y CORRE por el pasillo hasta su habitación. Sobre la cómoda tiene una caja de madera, un marco con una foto, su tabaco de liar con el mechero y algunas monedas. Apila cuidadosamente las monedas ordenándolas de mayor a menor tamaño y camina tranquilamente hasta la cocina para preparar café...

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